Se formó en la escuela Llotja bajo las órdenes de Pasqual Pere Moles y más adelante estudió en la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid bajo las indicaciones de Manuel Salvador Carmona. Allí llegó a ser director de la enseñanza de grabado de láminas en la Real Academia de San Fernando y grabador de cámara del rey. Dominaba las técnicas del aguafuerte y la talla dulce.
En 1797 le nombraron académico de mérito de San Fernando y llegó a tener el cargo de director de grabado, ocupando el lugar de su maestro, Carmona. También realizó grabados para ediciones de obras importantes, como las de Francisco de Quevedo, pero es más conocido por sus fieles reproducciones de obras de pintores como Velázquez, Ribera, Murillo y Goya.