Ca. 1600
La presencia de la Luna en el cielo nocturno, es a menudo interpretada como un signo de lectura ambigua. En ocasiones, su luz es la única guía en mitad de la noche ahuyentando el terror innato a la oscuridad. En otras, su pálida presencia se interpreta como un signo funesto que anticipa la muerte.
En esta Matanza de los Inocentes la Luna creciente aparece como un testigo de excepción de los crímenes y cruentos acontecimientos que acaecen en la noche, iluminando la escena con una claridad que aumenta el dramatismo.
CAREL VAN MALLERY (1571-1635?) (grabado)
PHILLIPE GALLE (1537-1612) (editor)
Amberes, ca. 1600
Cortado cerca de la imagen. Papel verjurado encolado.