Se inició en el dibujo con su tío José Díez Palma, catedrático de dibujo en la Universidad de Salamanca. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Se instala en Madrid a finales de 1917, donde además de frecuentar bailes y merenderos, el Museo del Prado y el Museo Arqueológico Nacional se hace asiduo de las tertulias. En ese periodo el pintor había comenzado a desarrollar su personal estilo, nada académico y ajeno a las vanguardias. Su pintura es feísta y destaca la miseria de una España sórdida y grotesca. Trabaja también el grabado, generalmente al aguafuerte, insistiendo en una técnica directa y más bien ruda, de trazos gruesos.
Apenas imprimió grabados en vida; la primera tirada formal de ellos data del año de su muerte, 1945, y la más difundida es la segunda, que se emitió póstumamente, en 1963, antes de la cancelación y depósito de las matrices originales en la Calcografía Nacional.