ANÓNIMO
España, mediados siglo XIX.
Litografía sobre papel vitela.
Probable ilustración de un libro o novela.
En tiempos no tan remotos la noche era el momento encomendado para realizar actividades poco gratas a los ojos de la ciudadanía.
Una de ellas era la recogida y el traslado de los difuntos a las afueras de la ciudades donde se procedía al sepelio, a menudo con métodos expeditivos. El claro de Luna, tan cálido en otras circunstancias, adquiere un cariz siniestro cuando se trata de iluminar estas escenas funestas.